Hoy recibí un comentario en este blog. No lo puedo creer,
alguien lo leyó, alguien se sintió identificada, o es un/a conocido/a mío/a que
se dio cuenta y me está boludeando. Lo que sea, me entusiasme. Volví a leer
todo lo que subí y todo lo que escribí en su momento para ir subiendo. Porque
las historias me brotan por todos lados y como quiero ir mechando con la
actualidad, escribía y guardaba para subir cuando tenga ganas. Un año y medio
después volví.
Mi vida ya es otra, sigo sola, pero logré esa actitud que tanto
buscaba. Bueno, no estoy tan sola, tengo un amor que necesita espacios. Qué me
demuestra todo lo que me quiere pero digamos que tiene que solucionar algunos
“problemitas” para poder estar con alguien. Espero que no me haya metido el
perro… jajaa.
Obvio que Sebastián ya fue, tiene novia y parece que dejó de ser
un colgado. Al menos esa fue la información que recibí la última vez que
pregunté por él, hace un par de meses.
Con la ayuda de la terapia he logrado una cierta tranquilidad.
Puede decirse que tengo más confianza en mí y si bien tengo los mismos
objetivos que describí al comenzar a escribir este blog, logré no tomar las
cosas de manera tan desesperada. Ya llegará, en algún momento. Si logro mantenerme
tranquila las cosas van a surgir solas.
De todas maneras las historias las voy a contar con la misma
indignación con las que las he vivido. Esa es la gracia de contarlas, expresar
lo que sentí, lo que concluí en cada uno de esos momentos. (27/12/2012)
Finalmente esto que leíste ahí arriba no lo publiqué en seguida,
me habré colgado ese día? No recuerdo… sé que el entusiasmo de que alguien haya
leído se mantiene y todos los días pienso en lo bueno que sería volver a este
blog. A veces no tengo tiempo y otras veces me da fiaca sentarme y pensar.
En 15 días las cosas volvieron a cambiar, las fiestas y la falta
de terapia me han vuelto de nuevo “ansiosa” y “angustiada”. Si bien tuve mi
sesión el martes pasado no hablé del tema. Me hice la boluda y se me generó de
nuevo esta tristeza por otra relación que creo se está terminando… que se va
diluyendo… que no se cómo remontar. El tratado que tenemos (o teníamos) era, dicho
por él mismo: “entre nosotros está todo bien, me gustas mucho, me encanta estar
con vos, disfruto mucho compartir cosas con vos, no es un garche nomás, pero no
puedo hacer de novio, necesito mis tiempos, mis espacios para dedicarme a mí
mismo, porque durante 7 años (cortó con su ex hace un año) me dediqué a otra
persona”. Grave error dedicar una vida a otra persona, pero es su historia, no
lo juzgo y hasta lo entiendo. Necesitaba tiempo, y yo?? Cómo hacer para que una
historia que arrancó a la velocidad de un fórmula 1, se acomodé al ritmo de una
bicicleta (de las amarillitas de Macri)? Qué quería yo? Y sí, yo quería un novio,
me enganché en la historia, me enganche con él en los 3 meses de fórmula 1 y
hubiera querido seguir así.
En el medio de esto, y gracias a la terapia, descubrí que cada
vez que yo me quedaba sola me angustiaba mucho… me vuelven todas estas
sensaciones de que “estoy desencajada”, de que ya el cuerpito me pide ser madre
(la cabeza también, cada vez que tomo la anticonceptiva pienso: “y si no la
tomo más?”, pero una luz de cordura se apodera de mi para hacerme dar cuenta
que no sería bueno para ninguna de las 3 personas implicadas traer al mundo a
una criatura sin consentimiento paternal), de que mi vida va a terminar sin que
yo conozca al amor de mi vida y viva es historia loca y novelesca que todas
soñamos. Cuando Rubén me dice esto, y me propone seguir nuestra relación (x
todas las razones expuestas anteriormente), yo le dije que no, que no era lo
que yo necesitaba, que me iba a ser muy difícil bajar esos decibeles y tener
algo light con quien ya me había recontra enganchado. Lo dejé en esos últimos días
de septiembre del 2012.
Pensando después también entendí que me venía re bien estar “tratando”
en terapia este tema de angustia y a la vez tener un muchacho al lado que si
bien sabía que me quería y que yo le gustaba no iba a ser mi novio. Aprender a
estar sola, hacer mis cosas, no depender de nadie, especialmente de una pareja,
sin dejar de estar con esa persona que me mueve el piso, que me eriza los
pelitos y por sobre todas las cosas me hacer sentir muy bien.
Tarde sólo 1 semana en volverlo a contactar, volvimos a estar
juntos con las cosas un poco más claras. Yo tenía un postgrado que terminar,
tenía que dedicarme a eso y la terapia me ayudo a tomarme el tema con muuuuuucha
clama. Lo logré, pero él siempre estaba. Cómo no esperaba nada de él, todo lo
que hacía me sorprendía. Cada vez que nos vemos (todavía no se si hablar en
pasado o seguir en presente) me da la sensación de que muere por mi, pero se
vuelve tan frío y difícil en el resto de los días que un poco me hace dudar de
sí es así o no.
En fin, hoy ya han pasado un poco más de 3 semanas que no nos
vemos. Yo terminé mi postgrado, o sea que se me terminaron las “distracciones”
y realmente no tengo nada que hacer cuando salgo de trabajar, salvo juntarme
con amigos a tomar cerveza, cosa que ya se está volviendo un exceso que me hace
mal físicamente. La fiestas que acortaron mucho las ultimas semanas e hizo que
yo estuviera poco en Buenos Aires, el impase de terapia que me quemó un poco la
cabeza. La poca iniciativa que tiene en estos días para contactarme me mata, no
me contesta los mensajes o lo hace cuando lo presiono, no me llama, me atiende
el teléfono con desgano, me invita a tomar una cerveza y después me dice que “aunque
tiene ganas en estos días no tiene tiempo”. La verdad es que cada vez me dan
menos ganas de contactarme con él, porque odio recibir los cachetazos de la
negativa, y esto hace que nos alejemos cada vez más y eso duele, duele porque
pareciera que a él no le duele. Ahora Rubén arrancó sus vacaciones y por 5
semanas no va a entrar en Capital supongo que por nada, y mucho menos lo va a
hacer por mí.
El martes es su cumple y la situación me pone re mal, porque no
sé qué hacer. Si hacer como que todo está bien o no. Y que feo que va a ser
cuando lo llame para saludarlo y no me invite a su cumpleaños… no sé por qué
supongo que va a suceder eso y me estoy preparando para suponer que ese será
nuestro último contacto.
Yo me estoy desanimando, yo soy la que no me banco que esta
relación vaya cada vez más atrás como Benjamin Button!! Me siento en
exactamente la mismísima situación que viví el año pasado con él que fue mi
novio. Qué les pasa a los hombres que arrancan con todas las ganas y después se
desaniman?? Soy yo que los desanimo? (si mi psicóloga leyera esto me mata…
jeje) A veces siento que soy yo, llegó a pensar que los canso, y por eso con
Rubén me propuse desarrollar mi paciencia (bastante acotada normalmente) y a
veces creo que lo estoy logrando.
A continuación: “EL AMANTE PERFECTO (PARTE 2)”
No hay comentarios:
Publicar un comentario