domingo, 17 de febrero de 2013

DOMINGO DE MIERDA!!

Hay algo más triste que llorar un domingo cuando te despertas? Es horrible, te deja todo el día hecha mierda, cómo tirada. Si ya los domingos están pensados para no hacer nada, un domingo así hace que no importe bañarse, no quieras ver a nadie y que solo tengas ganas de estar en la cama, durmiendo, hasta que te sorprenda el lunes. Lunes que te llena de obligaciones, y menos mal que siempre después de un domingo existe el lunes. Esas obligaciones te prohíben pensar. Te levantas y hay que desayunar sí o sí para salir a trabajar. Tomarse ese subte lleno, llenísimo de gente, lo que hace que tu preocupación principal sea que ningún tarado te apoye, o que un desubicado te meta la mano en la cartera para sacarte lo poco que llevas. Menos mal que el lunes viene después del domingo. En este momento quiero que sea lunes.
Por lo general la tristeza del domingo a la mañana (14 hs. aprox.) tiene que ver con algún episodio ocurrido el sábado, puede ser desde la tarde a la noche. Algo que por lo general no te dejó dormir, salvo que el nivel etílico en la sangre sea considerable. 
Esto me pasa hoy. Ayer tuve un episodio con Rubén, reconozco que algo buscado por mi. Sabía que uno de los posibles resultados era el que sucedió  Pero necesitaba una definición, creo que necesito cerrar la historia. Busque darle una oportunidad para ver si lo que le pasaba era que al estar yo tan desaparecida no se animaba a aparecer, o para saber y confirmar que ya no le intereso. Es claro, siempre fue claro que no le intereso más, pero tengo esa terrible necesidad de que me expliquen el por qué. En el fondo tengo la ilusión de que no sea tan así, que le esté pasando algo, que no sé, que algo puedo solucionar. Pero si me lo pongo a pensar en realidad, si le intereso y algo le pasa me lo hubiera explicado, si no me lo explicó es porque no le intereso un carajo. 
Después de su cumpleaños y el tema de que no me atendió el teléfono y demases me quedé muy enojada. Sentí que me estaba despreciando, que me estaba queriendo sacar de encima. Pero decidí cortar por mi parte, dejarlo ser, hacer la mía y olvidarme del tema. Logré una tranquilidad que nunca imaginé que iba a tener, durante un par de semanas estuve bien, muy tranquila y segura que lo que estaba haciendo era lo mejor para mi. Paz total. Por primera vez en mi vida terminaba una historia sin sufrirla trágicamente. La decisión era mía y lo estaba haciendo por mi. Dejar de perseguir a alguien que no le interesas y no ponerse en víctima. Pero en el fondo esa paz tenía la seguridad de que Rubén se iba a dar cuenta de mi ausencia y como quien no quiere la cosa iba a aparecer en algún momento como si nada hubiera pasado y ahí sí, lo iba a increpar con todas mis preguntas, teniendo esa charlita que me serviría para descargarme y muy probablemete terminar con esa relación que me viene haciendo mal hace un par de meses. O que me sorprenda, que sea yo la equivocada, que no sean las cosas como yo las pienso.
En fin, desaparecí. no escribí más, no lo llamé, no nada más. Como decía antes, al principio fue paz, la segunda semana ya estaba inquieta, la tercera molesta y desconcertada, la cuarta triste y desilusionada. Comencé a cuestionar mi método.Y ayer, 1 mes exactamente después de desaparecer, decidí ver que pasaba, invitarlo a hacer algo, sin preambulos, sin saludos ni nada. Invitarlo a hacer algo que le guste, que no pudiera resistir. Y la conversación fue la siguiente: 
- Yo - 19.01 - Vamos a ver a river mañana?
- Rubén - 22.04 - No tengo ganas de ir a la cancha mañana, igual gracias x la invitación
- R - 22.04 - Hola Paulita!! Qué alegría saber de vos
- Y - 22.14 - La verdad! No tenes ganas de ir o no tenes ganas de ir conmigo?
- Y - 22.22 - Dale, no quiero pelearte, quiero saber nomás
- R - 00.40 - No tengo ganas de ir a la cancha. 
- R - 00.41 - Eso es lo que te dije
- Y - 01.44 - Ey! Por qué te enojás?
- Y - 01.45 - No te parece que ya tengo derecho a dudarlo?
- Y - 01.45 - Que si pasa algo merezco que me lo digas?
- Y - 01.45 - No tendría que ser yo la que se enoje?
- Y - 05.19 - Rubén, yo hace tiempo q me di cuenta q no queres estar más conmigo. Me hago la boluda para no pelearte y porque no puedo creer q te borres así y no me expliques nada. Creo q me lo merezco, creo q lo q tuvimos lo merece. Nunca te hice problema con nada, siempre q hablaste te entendí, no se xq haces esto. Decimelo x favor y no te jodo más. Me siento re boludeada


sábado, 19 de enero de 2013

EL AMANTE PERFECTO (PARTE 2)


Ya habiendo asumido que este chiquito me había comido la cabeza, y sabiendo que era un picaflor intenté por todos los medios olvidarme de él. Fueron dos meses, diciembre y enero. Periodo que sólo me sirvió para confirmar una cosa: en la desesperación por encontrar el clavo que sacara al clavito tuve un reencuentro con Roberto horrible. Era historia. Pero con Martín seguíamos chateando y chat va, chat viene, un día de fin de enero encuentro la excusa perfecta para vernos: yo había decidido emborracharme y él me iba a hacer compañía. Nerviosa como pocas veces en mi vida caminé hasta su casa. Todavía me acuerdo la ropa que tenía puesta (una pollerita de jean y una remerita turquesa con rayas). El sexo volvió a ser el mismo de siempre, el tipo de relación no. Martín buscaba y encontraba la forma de que yo fuera la responsable de nuestros encuentros. Mi frase del momento era: “Martín me la hace y yo me la dejó hacer”. Creo que tenía que ver con esto de que yo sentía cosas por él y él nunca se hizo cargo. Ya cada 1 semana, o 2 nos veíamos. Teníamos la misma conexión, la misma confianza y cada vez mejor sexo. Llegamos a filmarnos y que bueno que está ese video…
Llegó junio del 2008 más o menos y así como si a uno le cuentan que está nublado, el me cuenta por chat que estaba “de novio… o algo parecido”. Le hice saber lo mal que me hacía esa información. Y se terminó otra vez la historia para mi. Pasé casi 2 meses sin dirigirle la palabra. Hasta que un día que estaba muy triste sabía que mi solución era él, una noche con él. Salí sola, dispuesta a encontrarlo y cumplir mi objetivo… arrancamos de nuevo. Pero fue cada vez peor. Nuestra relación era excelente por chat, yo no le preguntaba si estaba de novio, aún hoy no sé si seguía con esa chica durante esta nueva etapa. Nunca se lo pregunté. Pero nuestros encuentros que ahora eran casi exactamente los jueves cada 15 días, eran puramente sexuales.
El 21 de noviembre de 2008 fue nuestra última noche juntos. Nunca más volvió a contactarme para vernos. Dejó de hablarme casi por chat. Un día de enero husmeando en su Facebook me entero que tiene novia. Y parecía estar muy enamorado, y las actitudes para conmigo me lo confirmaban. Triste fin de la historia. Me costó aceptarlo y olvidarlo, pero me lo creí.
A partir de acá verán como todas o casi todas las historias de alguna manera u otra lo terminan incluyendo a Martín. Es fuerte lo que me pasó con él, lo que nos pasó. Sigo creyendo que en una primera parte tuve una percepción errada acerca de lo que él sentía por mi. Estoy segura que también estaba enganchado y no supo hacerse cargo, tal vez porque era muy niño, tal vez porque es un picaflor… alguna vez supongo que lo sabré…

A continuación: “EL QUE ADEMAS DE MALA SUERTE, LE ERRÓ CUANDO ABRIO LA BOCA...”

miércoles, 16 de enero de 2013


Me ignora, me ignora, me ignora y como duele la re puta madre!!! Tengo que contarle esta sensación que tengo a alguien. recurro al blog porque primero, a esta hora no hay gente despierta y mucho menos con ganas de escuchar esto; segundo, porque a la poca gente que le puedo llegar a contar mañana no se si tengo ganas de hacerlo... Hay una sola amiga a la cual acudiría, pero la tengo lejos y en este ultimo tiempo esa distancia de kilómetros pasó a transformarse también, lamentablemente, en distancia entre nosotras.
Me siento entre la terrible disyuntiva entre ser pesada o hacerme la boluda. Rubén me pidió tiempos y espacios y yo se los doy. a mi me vienen bien, pero hoy exploté (y eso que tuve un largo análisis sobre el tema en terapia esta mañana y salí hecha una seda). Una cosa es tiempo y espacio y otra es que cuando quise llamarlo para saludarlo para el cumpleaños no me atienda el teléfono (5 veces), ni me responda los mensajes (2 o 3... estuve calmadita) hasta las 23:47 diciendome que su teléfono anduvo mal mal todo el día!!! No soy boludaaaaaa. No soy boluda... me estoy haciendo hasta el momento en que lo pueda ver y preguntarle en la cara qué es lo que pasa.
Para lograr verlo y hablar con él tengo dos opciones: 1) seguir haciendome la boluda, esperar que el señor decida que tiene ganas de verme para poder preguntarle, hablar y acordar. Lo peor es que todo el tiempo que pase hasta ese momento es que yo voy a mantenerme angustiada y quemandome la cabeza y hasta principios de febrero no tengo más terapia... no se si llegó. Con esta opción corro el gran riesgo de que cuando él aparezca a mi se me haya pasado este enojo, crea que está todo bien y todo vuelva a la misma situación que está hoy. 2) Ponerme en densa, llamarlo mañana para no darle posibilidad de escape, como está haciendo en este preciso instante porque le mande un mensaje proponiendo vernos "nos debemos una charlita y pasar un rato juntos", caer en la posibilidad de que se enoje, de que me considere una pesada. Tal vez si logro explicarle lo mal que me hace esta "espera" (con el terrible miedo de que desaparezca). Esto hace verme muy ansiosa? Hace casi un mes que no lo veo, tan desubicada estoy? Estoy sufriendo de más?
Si a él no le importa, debería importarme tanto? Hay algo que me invita a pensar que sí le importo, siempre me pasa lo mismo. Por qué no puedo hacer cómo hace mucha gente que decide y lleva a cabo? Es tan difícil para el hombre concretar una charla... tanto miedo, tanto rechazo a eso??
Siempre fue sincero conmigo, no esperaba esto de él.
Tengo mucho miedo de quedar como una loca desesperada, pero nunca le pedi nada, tan grave es que le pida que nos juntemos a charlar un ratito??


(La que me faltaba hoy: me invitaron el viernes al cumpleaños de Sebastián,,, que ahora tiene novia y ya no es un colgado... HAY NECESIDAD????? Lo peor: quiero ir!)

domingo, 13 de enero de 2013

VUELVO… PARECE QUE EL PUEBLO LO RECLAMA JAJAJA


Hoy recibí un comentario en este blog. No lo puedo creer, alguien lo leyó, alguien se sintió identificada, o es un/a conocido/a mío/a que se dio cuenta y me está boludeando. Lo que sea, me entusiasme. Volví a leer todo lo que subí y todo lo que escribí en su momento para ir subiendo. Porque las historias me brotan por todos lados y como quiero ir mechando con la actualidad, escribía y guardaba para subir cuando tenga ganas. Un año y medio después volví.
Mi vida ya es otra, sigo sola, pero logré esa actitud que tanto buscaba. Bueno, no estoy tan sola, tengo un amor que necesita espacios. Qué me demuestra todo lo que me quiere pero digamos que tiene que solucionar algunos “problemitas” para poder estar con alguien. Espero que no me haya metido el perro… jajaa.
Obvio que Sebastián ya fue, tiene novia y parece que dejó de ser un colgado. Al menos esa fue la información que recibí la última vez que pregunté por él, hace un par de meses.
Con la ayuda de la terapia he logrado una cierta tranquilidad. Puede decirse que tengo más confianza en mí y si bien tengo los mismos objetivos que describí al comenzar a escribir este blog, logré no tomar las cosas de manera tan desesperada. Ya llegará, en algún momento. Si logro mantenerme tranquila las cosas van a surgir solas.
De todas maneras las historias las voy a contar con la misma indignación con las que las he vivido. Esa es la gracia de contarlas, expresar lo que sentí, lo que concluí en cada uno de esos momentos. (27/12/2012)
Finalmente esto que leíste ahí arriba no lo publiqué en seguida, me habré colgado ese día? No recuerdo… sé que el entusiasmo de que alguien haya leído se mantiene y todos los días pienso en lo bueno que sería volver a este blog. A veces no tengo tiempo y otras veces me da fiaca sentarme y pensar.
En 15 días las cosas volvieron a cambiar, las fiestas y la falta de terapia me han vuelto de nuevo “ansiosa” y “angustiada”. Si bien tuve mi sesión el martes pasado no hablé del tema. Me hice la boluda y se me generó de nuevo esta tristeza por otra relación que creo se está terminando… que se va diluyendo… que no se cómo remontar. El tratado que tenemos (o teníamos) era, dicho por él mismo: “entre nosotros está todo bien, me gustas mucho, me encanta estar con vos, disfruto mucho compartir cosas con vos, no es un garche nomás, pero no puedo hacer de novio, necesito mis tiempos, mis espacios para dedicarme a mí mismo, porque durante 7 años (cortó con su ex hace un año) me dediqué a otra persona”. Grave error dedicar una vida a otra persona, pero es su historia, no lo juzgo y hasta lo entiendo. Necesitaba tiempo, y yo?? Cómo hacer para que una historia que arrancó a la velocidad de un fórmula 1, se acomodé al ritmo de una bicicleta (de las amarillitas de Macri)? Qué quería yo? Y sí, yo quería un novio, me enganché en la historia, me enganche con él en los 3 meses de fórmula 1 y hubiera querido seguir así.
En el medio de esto, y gracias a la terapia, descubrí que cada vez que yo me quedaba sola me angustiaba mucho… me vuelven todas estas sensaciones de que “estoy desencajada”, de que ya el cuerpito me pide ser madre (la cabeza también, cada vez que tomo la anticonceptiva pienso: “y si no la tomo más?”, pero una luz de cordura se apodera de mi para hacerme dar cuenta que no sería bueno para ninguna de las 3 personas implicadas traer al mundo a una criatura sin consentimiento paternal), de que mi vida va a terminar sin que yo conozca al amor de mi vida y viva es historia loca y novelesca que todas soñamos. Cuando Rubén me dice esto, y me propone seguir nuestra relación (x todas las razones expuestas anteriormente), yo le dije que no, que no era lo que yo necesitaba, que me iba a ser muy difícil bajar esos decibeles y tener algo light con quien ya me había recontra enganchado. Lo dejé en esos últimos días de septiembre del 2012.
Pensando después también entendí que me venía re bien estar “tratando” en terapia este tema de angustia y a la vez tener un muchacho al lado que si bien sabía que me quería y que yo le gustaba no iba a ser mi novio. Aprender a estar sola, hacer mis cosas, no depender de nadie, especialmente de una pareja, sin dejar de estar con esa persona que me mueve el piso, que me eriza los pelitos y por sobre todas las cosas me hacer sentir muy bien.
Tarde sólo 1 semana en volverlo a contactar, volvimos a estar juntos con las cosas un poco más claras. Yo tenía un postgrado que terminar, tenía que dedicarme a eso y la terapia me ayudo a tomarme el tema con muuuuuucha clama. Lo logré, pero él siempre estaba. Cómo no esperaba nada de él, todo lo que hacía me sorprendía. Cada vez que nos vemos (todavía no se si hablar en pasado o seguir en presente) me da la sensación de que muere por mi, pero se vuelve tan frío y difícil en el resto de los días que un poco me hace dudar de sí es así o no.
En fin, hoy ya han pasado un poco más de 3 semanas que no nos vemos. Yo terminé mi postgrado, o sea que se me terminaron las “distracciones” y realmente no tengo nada que hacer cuando salgo de trabajar, salvo juntarme con amigos a tomar cerveza, cosa que ya se está volviendo un exceso que me hace mal físicamente. La fiestas que acortaron mucho las ultimas semanas e hizo que yo estuviera poco en Buenos Aires, el impase de terapia que me quemó un poco la cabeza. La poca iniciativa que tiene en estos días para contactarme me mata, no me contesta los mensajes o lo hace cuando lo presiono, no me llama, me atiende el teléfono con desgano, me invita a tomar una cerveza y después me dice que “aunque tiene ganas en estos días no tiene tiempo”. La verdad es que cada vez me dan menos ganas de contactarme con él, porque odio recibir los cachetazos de la negativa, y esto hace que nos alejemos cada vez más y eso duele, duele porque pareciera que a él no le duele. Ahora Rubén arrancó sus vacaciones y por 5 semanas no va a entrar en Capital supongo que por nada, y mucho menos lo va a hacer por mí.
El martes es su cumple y la situación me pone re mal, porque no sé qué hacer. Si hacer como que todo está bien o no. Y que feo que va a ser cuando lo llame para saludarlo y no me invite a su cumpleaños… no sé por qué supongo que va a suceder eso y me estoy preparando para suponer que ese será nuestro último contacto.
Yo me estoy desanimando, yo soy la que no me banco que esta relación vaya cada vez más atrás como Benjamin Button!! Me siento en exactamente la mismísima situación que viví el año pasado con él que fue mi novio. Qué les pasa a los hombres que arrancan con todas las ganas y después se desaniman?? Soy yo que los desanimo? (si mi psicóloga leyera esto me mata… jeje) A veces siento que soy yo, llegó a pensar que los canso, y por eso con Rubén me propuse desarrollar mi paciencia (bastante acotada normalmente) y a veces creo que lo estoy logrando.

A continuación: “EL AMANTE PERFECTO (PARTE 2)”

sábado, 25 de junio de 2011

CAYENDO... PERO EN EL FONDO AÚN CREYENDO...

Hace unos días me da vuelta en la cabeza algo que quiero contar, pero no a mis amigas, porque se aburren y me ponen caras de "basta con ese flaco, piba sos la más boluda" y yo así me siento. 
Sebastián no es un colgado, es un mentiroso!!! Armó un perfecto personaje que le hizo creer a todo su entorno, incluyendo a sus amigos. Se hace el que se olvida de la gente, el que no ve el celular, ni quien lo llamó, ni quien le escribió y de esa manera logra que la gente lo banque y maneja sus relaciones  a su antojo. Te hace creer que cuando se encuentra uno con él es porque uno le insistió, y no es así, es cuando él tiene ganas. No tengo ninguna prueba para decir lo que estoy diciendo, solo una intuición porque no me entra en la cabeza que alguien se "olvide" tanto de la gente que tiene alrededor, que se olvide de sus compromisos asumidos, etc...(esta semana nos ibamos a ver, quedamos en eso hace 2 semanas antes de que él partiera de vacaciones, yo no lo vi, ustedes?).
Creo que detrás de ese personaje se debe esconder una persona muy solitaria que le gusta manejar su vida a su antojo, y no está mal. El tema es que no me cabe la manera que tiene de hacerlo. Yo supongo que cuando se da cuenta que ya está en falta con alguien, deja pasar aún más tiempo antes de contactar para no tirar abajo semejante personaje...
Igual, es solo una idea... y también considero la posibilidad de que haya estado ocupado y que en alguno de estos días volverá a aparecer... me debe unos mates y unas cuantas explicaciones...
Levantemos apuestas: para mi va a aparecer en aproximadamente 2 meses...jajaja

viernes, 17 de junio de 2011

EL AMANTE PERFECTO (PARTE 1)

Adelanto que esta puede ser una de las historias más difíciles de contar, por su vigencia, por lo que representa, por lo que lo quise, por cómo es, por cómo lo extraño, por cómo me enganche, por cómo me dejó, por cómo volvió, por todo. Y a la vez esta historia que lleva casi 4 años, sigue hoy. Por todo lo que hay que contar la dividí en dos partes o tal vez tenga que hacer una tercera.
Sufriendo andaba yo por Roberto cuando el 22 de agosto de 2007 en medio de este boliche al que íbamos siempre se me sienta al lado mío un chico que dice conocerme de algún trabajo que yo tuve. Poca bola le dí. Luego de algunas palabras cordiales se sienta uno de sus amigos. Eran tres. Hablamos algo y lo veo pasar y hablar con quien estaba intentando sacarme tema de conversación. Martín pasó, me miró, se rió, me acarició el pelo y se fue (me hubiera gustado acariciarle el pelo también en ese momento, bueno, después tuve oportunidad de hacerlo cuantas veces quisiera). A lo diva le dije al que estaba intentando hablar conmigo: “mirá, el único que me gustó de los 3, fue el único que no se sentó a hablar conmigo”, me dijo: “quédate acá que te lo voy a buscar”.
22 añitos tenía Martín en ese momento, yo 26. Precioso, unos rulos increíbles (me encantan los rulientos), flaquito, gracioso y bueno, por sobre todas las cosas eso: un pibe que destila bondad por donde lo mirés.
Esa noche me contó que era profesor de música, que tocaba en una banda, que después me di cuenta que era conocida en la ciudad. Muy tierno. Nos dimos un par de besos y en un momento se pone a contestar un mensaje de texto. Mi pregunta fue si le estaba escribiendo a su novia. “Sí” me dijo. Poco me importó, yo estaba en una etapa en la que quería concretar esto de tener libertades y mi experiencia amorosa con Roberto había sido tan mala que no tenía ganas de engancharme con ninguna historia más. Le conteste: “A mí tu novia me importa un carajo, pero vos… sos un hijo de puta” y le encaje un beso.
Hacía un año que estaba de novio. Mientras eso duró tuvimos una historia muy linda. Sin compromisos ni ataduras pero casi con desesperación nos veíamos 2 o 3 veces por semana. Nos matábamos, y nos queríamos, armamos un vínculo muy agradable, nos divertíamos y por sobre todas las cosas nos conectábamos.
Una de esas noches me pasó algo que aún hoy me hiela la sangre: estábamos durmiendo y yo soñaba que el papá de él tenía un accidente de tránsito y fallecía. Medio que me desperté y lo miraba pensando en lo que estaba sufriendo y cuánto quería abrazarlo. Hasta que desperté totalmente y me di cuenta que no había pasado nada, era un sueño feo. Pero al día siguiente él me cuenta que uno de sus hermanos (del cual nunca me dijo el nombre) había fallecido hacía un tiempo no muy largo de la misma manera en que yo lo soñé. Nunca le conté de mi sueño, me parece que no da. Pensé que podía averiguar en Internet y se me ocurrió de una un posible nombre: Fernando. Era ese… Creer o reventar…
Teníamos tanta piel que logré liberarme, mi experiencia sexual se limitaba a muy pocos hombres y no mucho ingenio. Creo que él era chico y eso hacía que yo me sintiera segura. Ese si era el mejor sexo que tuve en mi vida, y hoy lo sigue siendo. Creo también que esta sensación fue alimentada por esa conexión que teníamos, o tenemos…
Ser la segunda no era lo que me importaba, al contrario, en algún momento llegué a disfrutar esto de que él dejara a su novia de lado para verme a mí. Moría por estar conmigo y yo por estar con él. Pero así estaba bien, sin compromisos.
Desconozco las razones y si fue ella o fue él pero dos meses más tarde se pelea con su novia y lo nuestro nunca más volvió a ser igual. No sé bien que pasó: puedo pensar que el hecho de que él estuviera soltero hizo que yo proyectara en él, en una historia con él. Empecé a querer más de la relación y a la vez a tener más miedos. A perderlo, a que hiciera conmigo lo mismo que con su ex, a no sé qué…
Lo sentí alejado, nos veíamos cada vez menos y un día lo dejé. Le dije que yo estaba enganchada con él y quería más de la relación y que me daba cuenta que a él no le interesaba. Hoy no creo que haya sido tan así. Pero así lo ví en ese momento. Prefería no verlo más. Nada me discutió, simplemente se fue. Igualmente no nos duró mucho…
Claramente va a haber una tercera parte de esta historia… CONTINUARÁ…

A continuación: “EL AMANTE PERFECTO (PARTE 2)”

sábado, 4 de junio de 2011

EL CHICO DE LA GORRA Y EL RAP

Bueno, basta de cosas coyunturales... acá va la primera historia. Lo pensé mucho, por el miedo de publicar cosas que si bien son mías también son de otras personas. Pero si sigo contando lo de ahora me deprimo.


Este chico que movilizó todo en mí en un momento de mi vida lo llamaremos Roberto. Comenzaba el año 2007 y yo recién terminaba mi relación con mi ex, luego de muchas idas y venidas, en febrero tomé esa decisión de la cual jamás me arrepentí. Perdón Juan, es así, una de las pocas cosas que no me he replanteado en mi vida fue haberlo dejado. Acá arranca lo que fueron mis años de desacatada, hoy en decadencia…
A Roberto lo conozco un par de meses antes, cuando ingreso a trabajar en donde él ya trabajaba. De entrada me pareció un pesado, bastante ridículo y llamativo. Gorrita blanca siempre en la cabeza, músico, cantante específicamente de rap. Debo reconocer que en su momento me parecía que lo hacía muy bien. Locutor, mentiroso y fanfarrón.
Toda la gente del trabajo quería engancharme con él una vez que se enteraron que estaba soltera. Claro, fue él quien empezó preguntando por mí. Con el paso de los días y la soledad a nivel sexual ya acumulada hasta entonces (1 mes habrá sido, 2 como mucho) empecé a mirarlo y a valorarlo. Era simpático y lindo. Y parecía estar muerto por mi. Yo quería pasar un buen momento, una amiga me había dicho al pelearme con Juan algo que en ese momento me pareció genial: “ahora Paola… salí a cogerte al mundo”. Y esa era mi idea con Roberto.
Todo comenzó en un boliche que promocionaba el lugar donde trabajábamos, todos estábamos ahí los sábados. Cerveza va, cerveza viene, música, risas y besos. Por primera vez en mucho tiempo, y vuelvo a pedir perdón a Juan, un hombre me miraba, me prestaba atención, me cuidaba. Esa noche (ya de día) me acompañó hasta la puerta de mi casa… todo muy naif. Me enamoré. Me obsesioné creo.
En esos días ir a trabajar era lo mejor que me podía pasar en el día. Me arreglaba como nunca y no veía la hora de llegar y verlo. Siempre tuve la fantasía de hacerlo en la cocina, en el baño o cualquier oficina con él. Nunca se dio finalmente.
Habrán pasado 2 meses. Salimos, fui a ver un recital suyo, compartíamos la merienda todos los días en el trabajo. Pasamos un fin de semana entero juntos, y claro, yo estaba fascinada, además de todo esto que cuento, era la segunda p… que conocía en mi vida. Y hasta entonces el mejor sexo que había tenido!! Cosa importante. Muy importante.
Hasta que un día y de repente, empieza a esquivarme. Roberto tenía problemitas serios de abstinencia (imaginen de qué) y episodios de crisis bastante seguidos. Yo lo sabía y supuse que se iba a refugiar en mi. No. Todo lo contrario, se alejó. Me mentía acerca de por qué no nos podíamos ver, ya no pasaba a saludarme por mi oficina, etc.
Cuando pude hablar con él me explicó un par de cosas que le estaban sucediendo y me dijo algo que en su momento odie profundamente pero luego de unos años compartí con él: “vos me vas a terminar teniendo lástima”.
Caí en profunda depresión, no paraba de llorar, y lo que durante esos meses me era genial, ir a trabajar, ahora era lo peor. Lloraba sola en los lugares en donde fantaseaba tener sexo con él y en todos lados en realidad. Quería ayudarlo y sentía impotencia porque él no me permitía ni siquiera acercarme. Durante los siguientes meses, y hasta un nuevo reencuentro que tuvimos en agosto, momento en el cual mi cabeza y mi corazón hicieron “click”, la pase mal. Porque yo le seguía gustando pero él no podía con su vida. Me sentía la peor de todas, la más boluda. Era la pelotuda que quiso hacerse la viva y terminó sufriendo. Extrañé un par de minutos la estabilidad con Juan. Pero luego de un crudísimo invierno, pasé la prueba del primero después del último.
Hasta diciembre del año pasado trabajamos juntos. Hoy le tengo un aprecio especial. Tuve mil oportunidades de hablar con él. Reírnos a carcajadas de lo que pasamos juntos, y hasta de consolarlo (sí, lloró) cuando su novia lo había dejado.

A continuación: “EL AMANTE PERFECTO (PARTE 1)”